El jueves lo dedicamos a lo realmente "nuestro": las calles y edificios emblemáticos de Rota, nuestro mar, nuestra playa y el Monumento Natural de Los Corrales.
Después de una visita breve para conocer a fondo nuestro instituto, nos dirigimos al Castillo de Luna. Allí nos esperaba María del Mar, una fantástica guía que nos hizo vivir momentos que nos transportaron al pasado histórico de Rota y nos dio todo tipo de detalles sobre este lugar tan simbólico. También nos recibieron la Delegada de Turismo, Dª Esther García y la Delegada de Educación del Ayuntamiento, Dª Laura Almisas. Obsequiaron a los italianos con detalles para que siempre recuerden estos bonitos días en Andalucía. Tanto los representantes del centro educativo Polo Liceale M. Guerrissi-V. Gerace de Cittanova como los del IES Castillo de Luna les agradecen su recibimiento y su especial atención.







Las pintorescas calles de Rota, algunas de la época medieval y decoradas siguiendo el estilo andaluz, con sus fachadas blancas y con macetas nos llevaron por una ruta histórico-cultural a pie de la villa, con puntos álgidos como la Iglesia de Nuestra Señora de la O, la capilla de la Caridad, la de San Juan Bautista, el arco de la Muralla de la Villa, que conduce al paseo marítimo y el Faro de la Villa, al lado del Puerto Deportivo Astaroth y delante del antiguo Faro. Siguiendo un tranquilo paseo por el paseo marítimo hasta el Parque Atlántico, comenzamos a adentrarnos por el sendero de madera que discurre a través de los pinares, al lado de la playa. La pasarella nos llevó por este pulmón verde de Rota hasta varios miradores que bajan directamente a la playa, donde luego nos quedamos a disfrutar de una comida picnic con chapuzón incluido.
Por la tarde teníamos la visita al Monumento Natural de Los Corrales. Allí nos esperaba Andrés,
El
jueves quedamos en los Corrales de Rota, donde nos esperaba, Andrés,
nuestro guía de la Asociación de corraleros. Los Corrales son
construcciones que han usurpado el terreno al mar, para aprovechar las
mareas en favor de la pesca. No está totalmente claro si el origen es de
época romana, fenicia o árabe. Pero lo que sí es cierto es que pone de
manifiesto el importante patrimonio cultural de Rota en el arte de la
pesca sostenible. Tienen un gran valor cultural, arqueológico y natural.
Merecen una protección especial, por eso han sido declarados el primer
Monumento Natural de Andalucía.
Los Corrales
constituyen un ecosistema marino habitado por multitud de
especies. Actualmente, se han identificado un total de 74 especies
animales diferentes, 46 de peces y 28 de invertebrados. Durante nuestra
visita guiada pudimos observar en su ecosistema camarones, cangrejos
moros, babosas, chocos, ostiones, ortiguillas, holoturias, estrellas de
mar, gusanos marinos, actinias rojas... El guía nos describió sus
características para distinguir los ejemplares machos y hembras y nos
explicó los curiosos procesos de reproducción y alimentación de varias
de estas especies. Igualmente pudimos ver diferentes especies de algas,
incluida alguna exótica invasora, que está causando bastantes problemas
en varios puntos de la costa gaditana.
Conocimos
las diferentes herramientas de pesca que utilizan los corraleros. El
francajo (tridente de acero), la tarraya (red redonda plomada), la
espadilla (hoja de acero), la luz (para la pesca nocturna), el garabato
(gancho de acero para capturar pulpos o chocos) y el bombo o bidón (para
guardar las capturas).
Por último nos
explicaron las diferentes tareas de conservación que realizan los
miembros de la asociación. La fuerza del oleaje, sobre todo en los
temporales de invierno, abre con facilidad boquetes y portillos en la
pared, sobre todo en aquellas zonas donde las piedras están sueltas, y
pueden destruir varios metros si no se actúa a tiempo. Los boquetes
pueden cogerse en el tiempo que dura una bajamar y acuñarse en los días
siguientes para completar la reparación.
Fue toda una experiencia sensorial para conocer este tipo de pesca, que es un arte tradicional e histórico de aprovechamiento de los recursos pesqueros.
La estructura de los corrales configuran un arte de pesca pasiva de gran antigüedad y representan una forma tradicional de aprovechamiento de los recursos basada en los movimientos del ascenso y descenso del agua con las mareas o en la existencia de corrientes de agua.
Y después de esta magnífica forma de terminar nuestras actividades en medio de la naturaleza y respetando formas sostenibles que protejan al planeta, los estudiantes continuaron su día de playa y luego volvieron con sus familias de acogida para seguir difrutando de otras muchas más cosas que nos ofrece nuestra localidad.
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